Ganadería: un activo líquido

En momentos de incertidumbre los actores económicos privilegian una condición por sobre otra, la más valorada es la posibilidad de realización rápida de un activo invertido, quienes ingresan a un sector observan con mucha atención este principio básico de corto plazo.

 

La ganadería históricamente ha sido un formato productivo realizado con mucha dedicación y pasión, valores a los cuales normalmente no se atan los inversores modernos que privilegian la renta y no el amor por lo que se está realizando. Comprender por qué un productor ganadero subsiste en esta actividad es imposible si no fuera por esta virtud de enamorarse de lo que hace, de sus animales y, en muchos casos, la gratitud de continuar con una tradición histórica familiar.

 

El valor de esos conceptos es lo que hace que la ganadería Argentina tenga uno de los mejores rodeos del mundo, con una calidad genética que es la envidia de la mayor parte de las naciones y una calidad de carne que la hace perdurar como una marca al cabo del tiempo.

 

Las oportunidades que brinda el mundo para las próximas décadas hace que estemos hablando de uno de los pocos sectores que tiene casi asegurado el futuro y poseemos la virtud de estar ubicados en el único reservorio de carne mundial por sus pastos y agua. Esta realidad la están disfrutando a pleno nuestros países vecinos Brasil, Uruguay y Paraguay, todos ellos han utilizado a pleno la desaparición de nuestro país como uno de los principales proveedores mundiales.

 

La ganadería no ha sido un captador de inversiones externas al sector en ella casi solamente han jugado los actores históricos, inclusive podríamos decir que muchos inversores extranjeros no tienen una visión buena del sector al cual asocian más a funcionamientos ilegales, faenas clandestinas, incumplimientos tributarios, formándose una imagen alejada de la realidad que privilegia algunos malos ejemplos sin poner el foco en los muy buenos actores del país.

 

Argentina no sólo tiene una aceitada cadena en la producción y comercialización, sino que también tiene una capacidad instalada en la exportación con los mejores estándares lista para incrementar notoriamente sus volúmenes, tener una cadena aceitada con una capacidad ociosa permite una inmediata puesta en marcha sin ningún posible desequilibrio hacia el interior.

 

El boom de la carne para la próxima década está indisolublemente asociado con la captación externa de actores e inversores al sector, debe esta cadena convertirse en un círculo virtuoso como fue la agricultura que logró construir el valor más importante que fue su asociatividad, solamente la canalización de inversiones en campos, feed lot e industria.

 

Para quienes no conocen el sector es importante no sólo hablarle de sus potencialidades, sino también de la virtud de su realización inmediata, existen pocas alternativas de inversión donde uno puede salir al instante y hacerse del dinero, la ganadería es un activo líquido que en cualquier estado corporal tiene un comprador, por supuesto que esta virtud está asociada a la incertidumbre aunque quienes trabajamos en el sector siempre pensamos en el largo plazo, si no fuera así sería imposible entender como a pesar de todo siguió existiendo ganadería en la Argentina.

 

Las expectativas es uno de los principales componentes en la definición de inversiones que siempre está asociada al futuro, todos los datos nos indican que el futuro próximo a llegar incluirá un cambio de actitud hacia el sector agropecuario, sabemos que estamos en un piso aunque tal vez no sepamos cual es su techo, de nosotros dependerá hasta donde estemos decidido a crecer convirtiendo Argentina en uno de los principales proveedores de alimentos con valor agregado del mundo*.

 

*Este artículo fue escrito por el director Ejecutivo de Rosgan, Raúl Milano.