Al completarse el quinto año cubierto por el Precio Índice Rosgan, la cotización de la invernada tuvo el segundo aumento importante del período, luego de un largo lapso de estabilidad en términos nominales y descenso en términos reales.
Como se vio en los otros artículos, el primero de aquellos aumentos tuvo lugar en 2010, colocando al Precio Índice Rosgan (PIR) en un nivel próximo a los $11, en el cual se mantuvo durante tres años, entre octubre de aquel año y el mismo mes de 2013. Luego subió bruscamente hasta virtualmente duplicarse en el Remate de Rosgan de setiembre de 2014, alcanzando un máximo histórico de $21,68.
Como se espera, durante ese período el PIR se comportó de manera no muy diferente al Índice Novillo Mercado de Liniers (I.N.M.L.), aunque éste mostró una tendencia ligeramente creciente en el lapso durante el cual el PIR se mantuvo estacionario y los aumentos que experimentó fueron menos bruscos. En efecto, dichos aumentos ocurrieron en momentos del año en que la relación de precios entre la invernada y el novillo para faena (estimado por el cociente PIR/I.N.M.L.) tiende a tener un pico estacional, lo que provocó una “composición de fuerzas”: una cíclica y otra estacional, que por razones diferentes impulsan, ambas, el PIR a la suba. Luego, éste “sobreactuó” experimentando un gran incremento.
El comportamiento ligeramente diferente de ambos indicadores hizo que la relación cuantitativa entre ellos fluctuara considerablemente. En los momentos en que culminaron las dos grandes subas del PIR, en octubre de 2010 y setiembre de 2014, éste superó al I.N.M.L en algo más y en algo menos del 40%, respectivamente. Como luego del último máximo del PIR éste se redujo menos que el I.N.M.L., en noviembre la diferencia volvió a superar el 40%. Entre ambos momentos, la diferencia relativa entre los indicadores se fue reduciendo (excepto por sus fluctuaciones estacionales) hasta literalmente desaparecer en julio de 2014, reflejando el deterioro de las expectativas de los productores (y de los invernadores en particular) que indudablemente indujo el largo período de estancamiento de la cotización del novillo para faena, en un contexto de inflación alta y creciente.
Los indicadores expresados en moneda constante de diciembre de 2013, denominados PIR real e I.N.M.L. real, revelan un deterioro persistente entre fines de 2010 y mediados de 2014, siendo el de la invernada el más afectado, al punto que en junio de 2013 el PIRI real estaba prácticamente en la mitad del valor de octubre de 2010. La recuperación posterior fue inicialmente incierta, aunque en agosto-setiembre de 2014 hubo un brusco aumento. No obstante el PIR real sigue muy por debajo del pico de 2010, y representa el 77% del valor alcanzado en ese momento. En cambio el I.N.M.L. real, que no tuvo un deterioro tan marcado, alcanzó en su último pico el 84% del valor del anterior El Precio Índice Rosgan Cría (PIRC) tuvo un comportamiento similar al PIR, aunque estando más expuesto a los efectos de la estacionalidad.
La fase alcista de 2010-2011 se extendió para la cría algo más que para la invernada y alcanzó un máximo en moneda corriente en abril de 2012. Seguramente influyó la estacionalidad, pero también es cierto que la persistencia de expectativas favorables (que después se demostrarían infundadas) pudieron haber jugado un papel para que ello ocurriera. Para concluir vale afirmar que excepto por la estacionalidad, los comportamientos del PIRC y PIRI reales fueron similares.
Este trabajo fue realizado por el equipo del Instituto de Investigaciones Económicas e Instituto de Investigaciones Teóricas y Aplicadas en Estadísticas de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadísticas de la Universidad Nacional de Rosario. Coordinadora: Lic. María Lidia Woelflin. Investigadores: Dr. José Luis Pellegrini, Lic. María Fernanda Ghilardi, Lic. Lucía Andreozzi y María Victoria Scarione.